Deportes

Central tenía el triunfo en el bolsillo, pero se le escapó en el final

Central ganaba 2-1 con dos goles de Infantino y en el final pudo liquidarlo, pero en la última bola estudiantes se lo empató.

Publicado

el

Minuto 92, Ruben quedó mano mano, intentó eludir a Andújar y no pudo definir. En la próxima, Covea encaró en una contra con superioridad numérica, la frenó para guardarla e intentar dejar que corrieran los minutos. No quedaba nada, en realidad sí, una más para Estudiantes, en ese pelotazo largo hacia la izquierda, el centro al corazón del área y la aparición de Ayoví para marcar el 2-2. Un empate que terminó en tumulto pero en el que lo importante fue esos puntos que Central dejó escapar por haber estado fino. El objetivo de mínima, el de cortar la seguidilla de derrotas, se cumplió, pero nadie podrá sacarle la bronca a la gente de Arroyio por esa igualdad a segundos del final.

La postura de Central de intentar jugarle de igual a igual a Estudiantes provocó que el partido fuera abierto, de ida y vuelta, pero claramente con un mayor predominio del Pincha. Porque sólo cuando el canalla lograba que la asfixia en tres cuarto surtiera efecto le posibilitaba mantener a Estudiantes a raya. Ahora, cuando el juego se abría y las líneas se saltaban, el local manejó pelota y terreno en ese primer tiempo en el que de no haber sido por algunas fallas en la definición y alguna que otra tapada de Broun la ida a los vestuarios pudo haber sido para el equipo de Zielinski.

El juego de Central era no permitir la salida clara y cuando la tenía administrarla con el buen pie de Ojeda y el criterio de Desábato. Pero casi siempre le faltó desborde por las bandas, aunque la primera aproximación, al minuto llegó por derecha, con Marinelli y un centro que se perdió en la nada.

Pero lo dicho, Estudiantes cuando hacía pie era más peligroso, atacando generalmente por la izquierda, a espaldas de Blanco y Garay. Así fue como aparecieron las situaciones, con un cabezazo de Rogel primero, una volea de Pellegrini después y un zurdazo de Del Prete. Una vez más Garay falló en un cierre y Castro la estrelló en la cara externa de la red.

Central, poco, sólo algunos arrestos individuales, pero sin demasiada consistencia. Pero vaya paradoja, en la primera que tuvo facturó, luego de que Ruben arremetiera, probara una y otra vez, hasta que le quedó a Infantino, que la puso por arriba de Andújar.

Pareció el momento de meterle cabeza e inteligencia, pero Estudiantes cada ve que pudo intentó llevárselo por delante al canalla. Broun se la tapó a Castro en el primer palo, otra vez Fatura le ahogó el grito a Del Prete. Y justo en una pelota que Almada la tenía controlada intentó jugarla con Broun, pero la envió al córner. Y desde ahí llegó el envío desde la izquierda que capturó Castro y definió de taco. Mala noticia para Central, pero algo de justicia en un partido que Ruben pudo volver a torcer, pero la pelota lo sorprendió y su remate, de frente al arco, se fue desviado.

La intención del golpe por golpe se mantuvo en el segundo tiempo, aun con ciertas exposiciones. Para fortuna de Central Leandro Díaz la tiró por arriba tras la falla de Almada, pero las réplicas del canalla de a poco aparecerían. El Pupi lo tuvo dos veces en la misma jugada después de un centro de Marinelli con un Central ya un poco más asentado, manejando mejor los tiempos, administrando mejor desde los pies de Desábato y Ojeda, aunque la verticalidad era más vigorosa que la posesión.

Otra vez Marinelli por derecha metió un centro preciso para el latigazo de Infantino en lo que que un verdadero quiebre en el partido, a partir del cual Estudiantes entró en desesperación y el canalla en el terreno que más le convenía, el de la cordura propia contra la locura ajena.

Ruben fue decidido en una de las últimas, pero falló en la definición, Covea prefirió no apretar el acelerador en esa contra que también pudo ser letal y cuando no quedaba nada apareció Ayoví para desatar la locura en el Uno y para lograr que la bronca en Central se potenciara y viajara a Rosario por un triunfo que parecía tener en el bolsillo y que en la última bola se le escapó.

0
0

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Tendencia

Salir de la versión móvil