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Hace 21 años, el mundo del cine se enteraba del robo de 55 premios Oscar
En la previa a la gala organizada en marzo de 2000, desapareció un cargamento que contenía 55 estatuillas. El episodio generó angustia entre artistas y fanáticos pero tuvo final feliz.
Faltaban sólo 8 días para uno de los eventos más esperados de Hollywood cuando se conoció la noticia. Habían desaparecido 55 estatuillas misteriosamente y su búsqueda mantuvo en vilo a muchos fanáticos y a la industrial cinematográfica en general. Hubo quienes incluso pusieron en duda que se realizara la entrega de los premios Oscar pautada para el 26 de marzo. Bruce Davis, portavoz de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas que se encarga de la entrega, llevó tranquilidad a todos explicando que -se encontrasen o no los premios- la 72° ceremonia no peligraba y se realizarían de cualquier manera.
¿Cómo fue que desaparecieron 55 premios Oscar? Todo fue rápido, pasó en tan sólo un día. “Un cargamento con los Oscars para la ceremonia del 26 de marzo ha sido aparentemente robado de un muelle de Road Way, en un suburbio de Los Ángeles”, informó la Academia a los medios. Para calmar los ánimos, aclararon que la gala se realizaría de cualquier manera, puesto que ya habían encargado otras “25 o 30 estatuillas” para reemplazarlas.
Más allá del valor simbólico del premio, que implica el reconocimiento de la industria cinematográfica de Estados Unidos, cada estatuilla del Oscar está bañada en oro de 24 quilates. Son piezas producidas por la fábrica de R. S. Owen en Chicago, desde donde habían llegado a Los Ángeles, aunque el correo luego perdió su rastro. En aquel entonces, cada estatuilla valía 327 dólares, por lo que la pérdida rondaba los 18 mil dólares.
Tanto la policía como la Academia ofrecieron una gran recompensa a quien los hallara y pudiera devolverlos. Con el pasar de las horas, la búsqueda se puso cada vez más intensa hasta que una cadena de televisión recibió el llamado de una persona que, hasta el momento, era desconocida. Pero pronto ser haría famoso, ya que no todos los días se “salvan los Oscars”, literal. Se trataba de Willie Fulgear, quien se acercó a un basurero para buscar una caja ya que estaba por llevar a cabo una mudanza. Vio una que llamó su atención pero al alzarla notó que, por su peso, algo llevaba adentro y, efectivamente, eran las estatuillas que estaban siendo rastreadas por miles de personas.
Luego del llamado a la televisión, se dio aviso a la policía que inmediatamente se trasladó al domicilio de Fulgear. De las 55 condecoraciones sólo 52 fueron halladas dentro de su embalaje original en un contenedor de un supermercado. “Sospechamos que los ladrones desconocían lo que contenían las 10 cajas que robaron, así que si las devuelven simplificarían su problema y el nuestro”, comentó Davis a la prensa.
Más tarde se conoció la hipótesis que la policía tuvo con respecto al hecho. Suponían que los ladrones se habían llevado la carga de los camiones aunque sin saber qué contenía la caja, pero al enterarse de lo que tenían en sus manos decidieron abandonarlo puesto que todo Hollywood tenía los ojos puestos en cualquier sospechoso.
Por su parte, Fulgear recibió una suma de 50 mil dólares por avisar sobre su hallazgo y, de yapa, fue invitado de honor de la 72° gala de los premios Oscar. En una entrevista reveló que Arnold Schwarzenegger le dijo: “Willie, te has convertido en una estrella”.
No obstante, la fama no es algo fácil de sobrellevar y él se dio cuenta. Si bien su calidad de vida mejoró, llegó a desear que todo vuelva a como estaba antes, puesto que los periodistas empezaron a hablar mal de él e inventaron rumores para que se sospeche que él había sido el real autor del delito para quedarse con la recompensa. Algo que él siempre negó.