Sociedad
Richmond anunció que terminó de producir el primer lote de dosis de Sputnik V
A diez días de haber recibido el primer cargamento de principio activo desde Moscú, el laboratorio Richmond anunció que finalizó la producción de las primeras 448.625 dosis de la vacuna Sputnik V.
A través de una serie de mensajes en su cuenta de Twitter, el laboratorio situado en el conurbano bonaerense agregó: “Las mismas fueron enviadas al operador logístico quedando a la espera de la liberación final por parte de Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) y del Instituto Gamaleya”.
“Agradecemos el arduo trabajo de nuestros profesionales para alcanzar este primer objetivo, y continuar con nuestro compromiso de tener producción local de vacunas. Es otro hito más en nuestro sueño de ayudar a vivir más y mejor”, cerró el laboratorio en la escueta comunicación.
Consultados por este medio, desde Richmond agregaron: “El laboratorio cumplió con su parte en esta primera instancia y solo quedan las revisiones finales del Instituto Gamaleya y luego la Anmat. Una vez que estén liberadas pasan a manos del Estado argentino”.
Cómo es el proceso de revisión de la Anmat
Las dosis fueron enviadas al depósito de Andreani en Malvinas Argentinas. En general el proceso de la llegada de una vacuna hasta su liberación suele demorar varios días. Sin embargo, con las dosis para el coronavirus se hacía en 24 o 48 horas máximo. En tanto, al ser el primer cargamento local esa fecha se puede extender como ocurrió a mediados de mayo con lotes de Sputnik que llegaron desde Rusia, pero que habían sido envasados en tres laboratorios que no contaban con los permisos de la Anmat.
En ese momento, habían explicado a este medio: “Lo que sucedió es que Gamaleya, para escalar en la producción de un mayor número de dosis, sumó este laboratorio nuevo. Como es una planta o fábrica nueva, se hace un control más exhaustivo. Similar al que se hizo con los primeros lotes. Por eso se demora unas 96 horas o más. Los que llegan de las plantas anteriores se liberan en 24 horas”.
En el caso del laboratorio argentino, dirigido por Marcelo Figueiras, parte de la documentación ya se habría presentado previamente cuando se solicitó al organismo regulador los permisos para poder envasar en el país la vacuna del Instituto Gamaleya.
Hace dos semanas, Figueiras había asegurado que la planta tiene capacidad para realizar la formulación y envasado de hasta 500.000 dosis por semana. No obstante, el titular de la compañía aclaró que la producción estará sujeta a la cantidad del principio activo que se envíe desde Rusia.
“Si todo sale bien, la producción comienza la semana que viene; en este momento están fermentando en Moscú el principio activo del componente 1 de la vacuna y en cuanto terminen lo mandan para acá”, expresó Figueiras el 3 de junio pasado.
Las declaraciones habían llegado un día después de que el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, por sus siglas en inglés) notificó a Richmond que el Centro Gamaleya (desarrollador de la Sputnik V) aprobara las muestras enviadas por el laboratorio en abril pasado de los primeros lotes que había fabricado, un paso fundamental para que comience su producción a escala a nivel local.
“Si Rusia envía la materia prima y logramos empezar la semana que viene, para antes de fin de mes podríamos tener las primeras 500.000 dosis en la calle, siempre y cuando no haya demoras en el transporte, los controles de calidad, que son factores que no dependen de nosotros”, dijo Figueiras. Esa llegada del principio activo se dio siete días después de sus declaraciones.