Región
Gabriel Sanabria, el policía de San Javier baleado, tiene una «mejoría lenta, pero sostenida»
El subdirector del Hospital Clemente Álvarez aclaró que Gabriel Sanabria «sigue siendo un paciente crítico sujeto a complicaciones que pueden surgir»
Este lunes se cumple un mes del brutal ataque que sufrió el policía oriundo de San Javier, Gabriel Sanabria, baleado cuando intentaba identificar a los ocupantes de un automóvil en zona sur de Rosario. El suboficial de la Brigada Motorizada permanece internado en la sala de terapia intensiva del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) y dentro de la gravedad de su cuadro, presenta una “mejoría lenta, pero sostenida en la última semana”.
Así lo consignó este lunes el subdirector del Heca, Germán Camiletti, al brindar el parte de salud actualizado del policía que es procedente de San Javier y que pelea por su vida desde aquel 27 de mayo. “El estado de Gabriel es de una mejoría lenta, pero sostenida en esta última semana que permitió ir sacándole los sedantes. El paciente se fue restituyendo a su conexión con nuestro medio, pasó a estar más vigil, con menos necesidad de estar conectado a respiración asistida, sino respirando por sus propios medios”.
“Estos son parámetros que hablan de una mejoría general, aunque sigue siendo un paciente crítico que está en terapia intensiva, sujeto a un montón de complicaciones que pueden surgir, y nosotros debemos estar atentos para evitarlas”, subrayó el facultativo.
La semana pasada, Sanabria ya venía experimentando una recuperación tan positiva en la que llegó a abrir los ojos y apenas cruzar miradas con algunos familiares. Sobre esto, Camiletti dijo: “No pudo hablar, pero se pudo conectar con su familia. Sanabria es un paciente que colabora con su recuperación, y eso es muy importante junto a su edad y su estado previo ayudó a que pudiera atravesar lo que pasó y que esté con nosotros”.
“Tenemos que seguir atentos día a día. Que Sanabria esté más horas desvinculado del respirador nos hace ver más cerca la posibilidad de que se pueda desprender dentro de poco completamente de la asistencia mecánica respiratoria. Cada vez que está más tiempo lúcido y conectado, da la posibilidad de un mayor trabajo en la recuperación de la parte física”, agregó Camiletti.
Sanabria, de 26 años, fue brutalmente atacado la madrugada del 27 de mayo pasado cuando, junto a un compañero, intentó identificar a los ocupantes de un automóvil, cuya chapa patente figuraba como robada. Cuando Gabriel se acercó al vehículo fue acribillado desde muy corta distancia sin que haya tenido posibilidad de defenderse.
El agente de la Brigada Motorizada recibió gran cantidad de impactos en el cuerpo y los agresores alcanzaron a escapar. Por este caso hay cuatro personas, dos de ellas menores de edad, detenidas por este hecho.