La ola de crímenes que estremece a los rosarinos no cesa. Este sábado por la madrugada, un hombre fue asesinado a balazos en un homicido que por su modus operandi, la sangre fría con que fue ejecutado y su extrema violencia se sospecha que se trató de un homicidio por encargo, una modalidad que en los últimos años, merced a la proliferación de armas y «gatilleros», es moneda corriente en Rosario.

Pasadas las 2, una llamada a la central de emergencias 911 da cuenta de una recia balacera en San Nicolás al 3700, en el corazón de barrio Alvear, en la zona oeste de la ciudad. Al llegar al lugar, la policía constató que había sido acribillado a balazos en el interior de la vivienda que ocupaba Nelson «Chivo» Saravia, de 43 años. Personal del Servicio Integrado de Emergencias Médicas (Sies) comprobó que había muerto producto de los impactos de bala.

Saravia, quien fuera mano derecha del líder de la barra de Newell’s Diego “Panadero” Ochoa, había sido blanco de un ataque a tiros en enero de 2016 en la misma casa. Como consecuencia del ataque a tiros contra el frente de la vivienda, el primo de Saravia terminó con un disparo en una pierna. Ochoa había sido detenido en agosto de 2013 bajo sospecha de dos tentativas de homicidio y dos asesinatos, entre los que se encuentra el crimen de su antecesor en el liderazgo de la barra, Roberto “Pimpi” Caminos.

Los investigadores no descartan que el crimen de Saravia podría ser consecuencia de una disputa relacionada con la barra del club del parque Independencia. No descartan que podría tener vinculación con el homicidio de Angela Susana Oviedo. La mujer fue baleada este viernes a caer la noche cuando se encontraba frente a Centeno y Rodríguez. Falleció más tarde en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).

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Según los testimonios de los vecinos, se pudo reconstruir que al menos cuatro personas, no identificadas al momento, ingresaron al domicilio de la víctima y lo atacan con múltiples disparos de arma de fuego, falleciendo en el lugar. Los agresores se dieron a la fuga a bordo de un automóvil cuyas características se reservaron para preservar las medidas investigativas en curso, ordenadas por la fiscal de la Unidad de Homcidios doloso, Marioso Fabbro.

La fiscal ordenó la intervención de Gabinete Criminalístico de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) apara que lleve adelante las tareas de relevamiento de la escena del crimen, levantamiento de rastros y material balístico para enviar a peritar. Se indicó, además, la toma de testimonios a familiares y vecinos de la víctima y se realice la autopsia en Instituto Médico Legal de Rosario.

Cuando la ciudad aún no se pudo reponer de la conmoción que causó el asesinato del arquitecto Joaquín Pérez, baleado para robarle el auto en el barrio de Arroyito, este viernes, en poco más de dos horas, se registraron dos homicidios: el primero, a las 18.30, en Blas Parera y Miller, en Parque Casas, en el que fue ultimado Nahuel Alejandro Maradona, de 20 años, y el segundo, en Centeno y Rodríguez, donde fue baleada Angela Susana Oviedo, quien falleció en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).

Según la estadística que lleva adelante este diario, en lo que va de 2021 se registraron 187 homicidios en Rosario. El jueves por la noche familiares, allegados y vecinos de Joaquín Pérez llevaron adelante una nutrida manifestación para pedir justicia y seguridad. La concentración se realizó en Juan B. Justo y bulevar Rondeau, a 70 metros de la casa donde se crió y frente a la que fue asesinado el arquitecto de 34 años y padre de una nena de 2 años.

Crimen sicario en Parque Casas

Este vernes alrededor de las 18.30 cuando Maradona circulaba a bordo de una moto de su propiedad por el cruce de Blas Parera y Miller, en Parque Casas en la zona noroeste de la ciudad. En esas circunstancias otra moto se le puso a la par con dos muchachos a bordo y sin mediar palabras le dispararon cinco tiros con una pistola calibre 9 milímetros.

Los proyectiles que alcanzaron a Maradona lo hicieron caer de su rodado mientras que los homicidas, quienes según algunos testigos circulaban en una moto Yamaha YBR blanca, escaparon a toda velocidad sin robarle ninguna pertenencia y dejándolo tirado junto a su vehículo.

Enseguida familiares del joven atacado lo cargaron en un auto particular y lo trasladaron al Hospital Alberdi donde llegó sin vida. En tanto, los vecinos de la cuadra llamaban al 911 para que una ambulancia y la policía se trasladara al lugar.

Personal de la División Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) que se hizo presente en la escena del crimen por órdenes de la fiscal Marisol Fabbro recogieron algunos pocos testimonios de vecinos que dijeron haber escuchado “entre 5 y 8 disparos” y que cuando salieron asustados de sus casas sólo pudieron ver “al pibe caído al lado de la moto” y nada más.

También relevaron el lugar en busca de cámaras de seguridad públicas o privadas y los peritos recogieron cinco vainas servidas calibre 9 milímetros que quedaron sobre el maltrecho pavimento de la cuadra.

Muere baleada por «gatilleros» en moto

En tanto, un par de horas más tarde un Peugeot 307 conducido por un hombre llegó a la guardia del Hospital de Emergencia Clemente Alvarez (Heca) llevando malherida a Angela Susana Oviedo desde su casa de Centeno y Rodríguez, en el sur rosarino.

De acuerdo a lo que pudo contar el hombre, Oviedo estaba frente a su vivienda de Centeno 2636 cuando pasó una moto con dos hombres a bordo que sin mediar palabra alguna efectuaron varias detonaciones con un arma de fuego. Uno de los proyectiles alcanzó a la mujer en el tórax y otro el hombro izquierdo dejando orificios de entrada y salida.

Una vez en el Heca la mujer fue ingresada al quirófano y operada pero debido a la gravedad de las heridas falleció a las 20.45 elevando el número de esta saga

sinfin que sufre la ciudad y que no distingue barrios, clases sociales ni edades.

Fuente: La Capital