Deportes
En su vuelta al tenis, Del Potro perdió con Delbonis y jugó el último game entre lágrimas
Tras casi 1000 días inactivo, el tandilense no pudo hacer demasiado en la cancha pero se fue feliz por el amor del público.

Fue una noche de emociones. Como era de esperar. Fue la noche del reencuentro y de las ovaciones repetidas. Y no podía ser de otra manera. Porque estaba escrito que así sería. Pero además fue un 8 de febrero que quedará marcado para siempre en la fantástica historia de un estadio mítico.
Allí, donde los duendes todavía habitan debajo de sus viejas tribunas de cemento, se armó el escenario para la despedida de Juan Martín Del Potro, para el adiós de uno de los más grandes deportistas argentinos de todos los tiempos aunque, ya casi sobre la medianoche, haya hablado de un “milagro” utópico.
Quizás el adelanto fue ese llanto que no pudo controlar cuando se dispuso a sacar en el 5-3 abajo del segundo set. No lo logró evitar y tampoco quiso hacerlo. Hundió su cara en la toalla y la gente le regaló el más maravilloso de los agradecimientos que bajaron en forma de aplausos. De gritos. De gracias en forma de gritos que se repitieron una y otra vez.
Luego vino ese último drive -vaya paradoja, el golpe que le sirvió de llave para ganar la Copa Davis, un Grand Slam, dos medallas olímpicas, 22 títulos y 439 victorias, llegar al tercer puesto del ranking mundial y, sobre todo, sobresalir en los tiempos de los más grandes jugadores de todos los tiempos- que, enganchado, se fue lejos de la línea de fondo.
Vino el abrazo sentido con Federico Delbonis, su verdugo por 6-1 y 6-3 en su debut en el Abierto de Buenos Aires, y llegó otra ovación. El azuleño, casi ignorado por la enorme mayoría de esas 5 mil personas que quizá olvidaron que él mismo fue el autor de la victoria más importante en la historia del tenis argentino, supo interpretar su rol secundario en la última función y, tímidamente, se fue de la cancha saludando con su mano en alto. Para dejarle a su amigo el lugar central en la escena. Habló Del Potro. Y ahí dijo basta. Para siempre. Y que incluso no irá a Río de Janeiro la semana próxima como lo tenía previsto. Luego dijo que lo seguirá pensando. Esa rodilla maldita que lo sacó de un circuito al que volvió después de 965 días, cuatro operaciones y muchos más sufrimientos, marcó el punto final. Esa rodilla no lo sacó en una conferencia de prensa porque él se fue en una cancha. Como lo quería, como lo soñó, en definitiva.
Del Potro, el que duerme con dolores pero también el que entregó todo y más para volver a ser un tenista profesional, ya no volverá a ser lo que fue. ¿Valió la pena semejante esfuerzo? Seguro que sí. Pero los milagros en el alto rendimiento no existen. Y si algunos creen en los milagros, lo que se vio en la cancha central del Buenos Aires estuvo muy lejos de serlo.
El tandilense arrancó quebrando el saque de Delbonis pero enseguida su adversario calibró su juego y comenzaron a aparecer las deficiencias del otro lado que, sobre todo, aparecieron en los momentos de las traslaciones laterales. Cuando pudo pegarle a la pelota bien afirmado en sus pies, pudo marcar alguna diferencia sobre todo con el drive. Pero esa falta de movilidad sumada a la falta de competencia derivó en la derrota lógica que, en definitiva, no debió sorprender a nadie. Fueron dos años y medio de ausencia y más tiempo pasado en el gimnasio y en las sesiones de kinesiología que en una cancha. Y entonces nada podía acercarse a algo parecido a una épica.
Después de levantar un 40-0 y dos break points, el quiebre en el séptimo game del segundo set marcó el desequilibrio definitivo. Y a pesar del empuje de la gente, de sus afectos más queridos, de sus 14 amigos íntimos tandilenses de la “banda del salamín” que llegaron con un merchandising único y que nunca dejaron de gritar y de hacer sonar un par de redoblantes y bombos, Del Potro nada pudo hacer sobre el polvo de ladrillo.
Gabriela Sabatini, Agustín Calleri, Sebastián Battaglia, Guillermo Coria y muchos otros fueron los testigos del último acto en una cancha en la que sólo había jugado cuando tenía 18 años ante Juan Carlos Ferrero, en 2006, y perdió en tres apretados sets. Ellos, el resto que fue a ese estadio Guillermo Vilas (a las 18.30, cuando comenzó la jornada nocturna con el partido de Londero ante Andújar, se formó una cola de 500 metros en los bosques de Palermo hacia el lado de Dorrego) y los miles que lo siguieron por TV, fueron testigos del símbolo de la vincha -todo un símbolo de Del Potro- apoyado sobre la red. Fue el último gesto antes del último adiós.
Con los ojos bañados en lágrimas de dolor pero también de frustración. Con la bronca de saber que ya nada volverá a ser igual y que le espera una vida diferente, plena de otras sensaciones pero ninguna como esa que lo hizo más feliz que nadie. Se acabó para siempre Del Potro y el tenis argentino, si no se había percatado de ello, deberá aprender a vivir sin él de una buena vez. Y a recordarlo como lo que fue: un verdadero crack en la cancha que hizo temblar a los mejores y un verdadero ejemplo de resiliencia para aquellos que se dan por vencidos demasiado pronto.
Quizá ese sea el mejor testimonio que deje Del Potro cuando dentro de unos años se haga un repaso de su carrera extraordinaria. Más allá de los títulos, de los triunfos, de las alegrías y de las emociones para siempre. Y de la gloria que supo conseguir.
Deportes
Aseguran que Franco Colapinto ya tiene contrato en la Fórmula 1 con un gran equipo: “Ya es piloto número dos”

Aseguran que Franco Colapinto ya tiene contrato con una importante escudería y su futuro en la Fórmula 1 ilusiona a los argentinos.
Las chances de que Franco Colapinto siga en la Fórmula 1 son complicadas y depende de un solo asiento a estas horas, que es el que ofrece el equipo Racing Bulls. Sin embargo, hay informaciones que indican que seguiría en la categoría suplantando a un piloto que está en duda pese a que ya tenga contrato.
Actualmente la única certeza es que será piloto de reserva de Williams, por lo que correría si Alex Albon o Carlos Sainz se ausentan o se enferman en cualquiera de las carreras. Sin embargo, revelaron que tendría un contrato y que tendría un asiento para la próxima temporada.
Aseguran que Franco Colapinto ya tiene contrato y estaría en la Fórmula 1 en 2025
Ruben Daray, periodista del ámbito automotor, aseguró que el pilarense recibió un importante contrato y correría en la Fórmula 1 en la próxima temporada: “Hace un mes atrás, A todo Motor te dio la primicia absoluta de que Colapinto iba a estar en la Fórmula 1 hasta fin de año”, mencionó con respecto a informaciones que brindaron en el pasado.
En este sentido, reveló de qué se trata el futuro del argentino: “En este momento, Colapinto ya es piloto número dos de Red Bull para el 2025. La verdad, es una felicidad que el argentino esté en un equipo tan importante”, sentenció.
Pese a que Red Bull ya tengo la alineación confirmada con Max Verstappen y Sergio “Checo” Pérez, el futuro del mexicano es incierto. El piloto tuvo un año muy complicado, muy lejos del resto de los pilotos de arriba y sin siquiera ganar una carrera, lo que generó dudas puertas adentro. Este lugar podría ser aprovechado por Colapinto si Red Bull así lo desea.
Mientras tanto, el argentino disputará las últimas dos carreras del año en un Fórmula 1, por lo que seguirá yendo al límite y buscando sacarle todo el jugo posible al Williams. La próxima carrera, post GP de Qatar será en el circuito de Yas Marina, en el Gran Premio de Abu Dhabi. (Radio Mitre)
Deportes
River recibió un golpe duro ante Mineiro

El conjunto de Núñez fue goleado por las semifinales de la Copa Libertadores
Los desaciertos defensivos terminaron provocando la debacle en el encuentro de ida, por los goles de Deyverson y Paulinho. El martes próximo será el partido revancha en el Monumental.
River perdió 3-0 este martes con Atlético Mineiro en su visita al estadio Arena MRV, en el encuentro que disputaron por la ida de las semifinales de la Copa Libertadores.
Para los cinco minutos del partido, Mineiro casi le dio el primer golpe a River, con un cabezazo en el área que dejó a Deyverson y Hulk de frente a Franco Armani, pero tras la revisión del VAR, el árbitro Jesús Valenzuela vio una mano que anuló toda la jugada.
River comenzó a romper las líneas de Mineiro tras ese intento fallido del equipo brasileño, y se aproximó más al arco rival, con escaladas por las bandas y con Facundo Colidio gravitando en el área para dejar solo a Miguel Borja, pero no generó peligro.
A los 22 minutos, Mineiro pudo salir de contraataque, con Hulk en el avance, quien se sacó de encima a Germán Pezzella con el hombro, y se la cedió a Deyverson para dejar en el camino a Armani con facilidad, al superarlo y quedando desparramado en el piso para así convertir el 1-0.
El conjunto de Núñez trató de causar problemas en el fondo de Mineiro, con un Colidio muy activo con la pelota, y también sin ella para desprenderse de la marca. Pero el nerviosismo lo llevó a cometer muchas infracciones que sumaron amonestaciones en River.
El inicio del segundo tiempo fue favorable para River, con más presencia en el campo de Mineiro y juego asociado, pero sin poder molestar y ser un peligro para el arquero local Éverson.
Pero en apenas cuatro minutos, Mineiro hizo muy buen trabajo y se quedó con una goleada. Primero Gustavo Scarpa le puso un gran pase a Deyverson para su doblete, y, tras un error en un lateral, Paulinho convirtió el 3-0 ante un River atónito y muy inoperante. La pelota ingresó luego de tocar en Paulo Díaz y descolocar al arquero.
Mineiro, desde 1978 hasta la fecha, había recibido tres veces a River y nunca fue derrotado. La estadística marcaba dos victorias en dos partidos oficiales y un empate en un amistoso, que terminó definiéndose en los penales.
La primera vez que Mineiro y River chocaron en el país vecino fue en las semifinales de la Libertadores del ’78, que por aquel entonces era un triangular. Fue 1-0 para los brasileños con gol de Marinho. De todas formas, ambos quedaron eliminados en esa instancia.
Los dos volvieron a medirse en 1985, en un amistoso disputado en el Mineirão que terminó 1-1. Más allá de que la estadística marca que fue empate, aquella jornada fue positiva para el conjunto argentino, ya que se impuso en la definición por penales.(P12)
Deportes
Comenzó la era Fernando Gago en Boca

Pintita se instaló en Ezeiza desde el mediodía, ya dirige su primera práctica como entrenador del Xeneize y a las 19 será presentado en conferencia de prensa.
FERNANDO GAGO es oficialmente el nuevo entrenador de Boca. Luego de algunas idas y vueltas, con desmentida de por medio, Pintita aterrizó el domingo en Buenos Aires tras haberse desvinculado de Chivas a través de la cláusula de rescisión y este lunes desde mediodía se instaló en el predio del Xeneize para ponerse al frente del plantel.
Allí se encontró con el presidente Juan Román Riquelme y el Consejo de Fútbol, recorrió las instalaciones del club en Ezeiza y a partir de las 17 se paró ante los futbolistas y dirigió su primer entrenamiento como DT del club que lo vio nacer.
«Vuelvo a casa», había dicho Fernando en su arribo al país y tras agradecer el cariño de los hinchas. Surgido de las infantiles del conjunto de la ribera, vivió dos ciclos como jugador, disputó 199 partidos, convirtió 8 goles y ganó 9 títulos. Su etapa como entrenador inició en Aldosivi, continuó en Racing -donde sumó dos estrellas- y desde allí pasó a Chivas.
El próximo sábado a las 19.15 realizará su debut cuando Boca visite a Tigre por la Liga Profesional, un certamen que no puede darse el lujo de descuidar ante la reducción de posibilidades para clasificarse a la Copa Libertadores 2025.
Luego afrontará un duelo bisagra: chocará con Gimnasia de La Plata el 23/10 por los cuartos de final de la Copa Argentina, la vía más accesible para llegar al máximo certamen continental.